La procrastinación en los artistas

Recostada en el sofá, con mi perra a los pies, evito mirar hacia la derecha.

Sé bien qué es lo que hay en esa zona de la habitación: un atril con un dibujo a medias. Lo he terminado en mi cabeza con todos sus detalles hace meses. Es casi indignante verlo y verificar que esas sombras que deberían estar completas, no existen.

Lo que pasa es que antes de ponerme a dibujar debo lavar los platos que quedaron de anoche, poner una lavadora, doblar toda la ropa limpia y guardarla, ir a tirar la basura reciclada, hacer la cama, mirar a la nada desde mi terraza. Me siento al lado de mi perra y la acaricio mientras me miro los pies, de ahí el suelo, el césped que se extiende hasta el final de mi vista.

En mi cabeza pelean el sentido de obligación de ponerme a dibujar, y una resistencia sorda e inexplicable.

Sé que no soy la única, la procrastinación, porque así se llama lo que hago con tanta profesionalidad, es un mal que se ensaña especialmente con los artistas.

La procrastinación (del latín procrastinare: pro, adelante, y crastinus, referente al futuro), es la postergación o posposición es la acción o hábito de retrasar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes o agradables (Wikipedia).

Puede ser confundida con la pereza, pero no, es simplemente miedo. A no estar a la altura, a no crear una obra tan perfecta como debería ser, a no ser capaz.

En vez de enfrentar ese fantasma, nos vamos cubriendo con responsabilidades teóricamente impostergables que hacen que ese fracaso no tenga posibilidad de existir.

Se le suma entonces la sensación de culpa: sabemos bien que no hemos cumplido con nuestro trabajo, las agendas llenas de listas y nada tachado, la percepción de que mañana será igual y así nos encontraremos en un círculo vicioso del que resulta difícil salir.

Definitivamente la disciplina debe ser uno de los puntales básicos del artista. Que quede para la literatura la idea del pintor bohemio, víctima de súbitos arranques de inspiración genial, prolífico y anárquico a la vez.

No negaré la existencia absoluta de algún individuo así, simplemente constato que la gran mayoría está formada por personas que sufren bastante intentando conciliar su vida diaria con el arte.

En las escuelas y universidades no se nos explicó ningún método de trabajo, y ni hablar de todo lo que envuelve al arte pero que no es arte: contabilidad, búsqueda de trabajo o clientes, marketing, publicidad, etc.

Así que hablando con otros colegas y leyendo bastante, he logrado una lista de 15 puntos que pueden ayudarnos a dejar a la procrastinación KO.

procrastinacion cuadro

Consejos para ganarle a la procrastinación y comenzar a crear:

1- Crea una lista de tareas todos los días: Decide cuáles son tus prioridades y ocúpate de las cosas más urgentes primero. No las pospongas para última hora del día cuando ya estás cansado. Incluye detalles de las tareas que debes realizar.

2- Sé realista sobre lo que puedes lograr: No te responsabilices de una larga lista de actividades que te causarán stress. Cando programes ten en cuenta las pausas de descanso.

agenda

3- Comienza tu día con la tarea más difícil: hazla primero y ya habrás conquistado el día.

4- Ponte un objetivo: Dentro de un tiempo específico, realista y mesurable.

6- Enfócate en un propósito: Intenta pensar qué te motivó a dedicarte al arte ¿Cuál es la intensión de lo que haces?Pensar así sobre tu misión puede ayudar a motivarte y ponerte en acción. Pregúntate realmente qué es lo que quieres hacer, y si te das cuenta de que algo ha cambiado, cambia tus objetivos.

4- Ve a tu ritmo: En vez de dedicarte a una tarea durante una larga cantidad de horas, divídela en segmentos.

5- Entra en tu estudio y cierra la puerta: Asegúrate de que los demás entiendan y respeten tu lugar y tiempo de trabajo. Pero debes ser tú primero quién se tome en serio esto.

6- Di no a las distracciones: Mantente alejado de las redes sociales, apaga el teléfono si hace falta. Revisa tu mail solo un par de veces por día y cuando ya tengas bastante trabajo adelantado.

7- Sé estricto con tu tiempo: si has planeado varias cosas para tu día, usa una alarma que te ayude a dividir el tiempo y respétalo.

8- Termina lo que estás haciendo: antes de empezar un proyecto nuevo, asegúrate de terminar lo que tienes en proceso. Terminar las cosas otorga una gran satisfacción, mientras que lo contrario nos produce stress, ansiedad y letargo, quitándonos energía. Termina cosas y quítatelas de encima, sintiéndote liviano, activo y listo para más.

9- Trabaja todos los días en tu arte: La persistencia es la clave de todos los emprendedores, artistas incluidos.

procrastinacion

10- Haz arte malo: ya que el perfeccionismo es una de las causas principales de la procrastinación, ésto puede paralizarnos. La clave es crear cosas malas intencionadamente, o por lo menos dejar de preocuparse tanto porque resulte perfecto. Una técnica es tener un cuaderno que nunca se muestra, en donde dibujar sin preocuparse por nada.

11- Toma una decisión, la que sea: Analiza tus opciones, elige un camino y actúa.

12- Cambia tu entorno: Si tu zona de trabajo está desordenada, si hay mucho ruido y movimiento, tu concentración se puede dificultar. Procura tener un lugar privado y mantenerlo lo más ordenado posible.

13- Suma a un/a compañero/a: crear grupos de estudio o trabajo es un gran motivador. Si al menos te pones de acuerdo con otro artista con quien apoyarse mutuamente, teniéndose al tanto de los avances y dificultades que tengáis ambos.

14- Búscate un mentor: Los mentores son grandes motivadores para la acción. Busca a alguien que haya llegado a donde quieres llegar. Puede facilitarte mucho el camino, decirte qué es lo importante y lo accesorio y apuntalar tus progresos.

15- Prémiate por logros: Muchas de las cosas a las que nos enfrentamos son difíciles para nosotros porque nadie nos ha enseñado a hacerlas (contabilidad, marketing, ventas, etc.), así que cuando termines un proyecto, prémiate con algo especial.

cine

 

Bibliografía

  • Aguilar, 2011.